Machomenos Della Garza cabizbajo, meditabundo, concentrado; reflexionaba con los muchachos sobre el sentido fundamental acerca de su existencia para el Universo en medio de medio y medios, grapa miel Vesubio, y algún presuntuoso que pidió un Señor Whisky apodado Jota y Bé. El dedo inquisidor de Machomenos, solidario con todas las causas de la justicia justa, lo interpeló:
-¡No podés pedir la bebida del Imperio! ¡Nosotros no somos amigos de los imperialistas!
El infeliz bebedor se persignó cuatro veces, se arrodilló tres veces más y prometió a Machomenos: “No volverá a ocurrir”.
-Te comprendo hermano que el alcohol es el remedio para los que no tienen el arrastre que yo tengo, te vamos a conseguir una mujer con los “chochamus”, y ya verás que abandonarás de inmediato al Imperio. ¡Canjeé mujer por imperio! ¡Clap Clap!
-Sos un fenómeno – dijo el bebedor infeliz y acto seguido se paró, y comenzó a cantar y bailar:
¡Canjeé mujer por imperio! ¡Clap Clap!
¡Canjeé mujer por imperio! ¡Clap Clap!
¡Canjeé mujer por imperio! ¡Clap Clap!
¡Canjeé mujer por imperio! ¡Clap Clap!
Salvando al mundo estaban Machomenos y los muchachos, cuando súbitamente hizo su entrada una mujer que lloraba desconsoladamente.
“¿Qué le pasará?” – dijo uno de los muchachos.
“¿Por qué está tan angustiada? “ – dijo el bebedor infeliz – “Le voy a pregunt/”
-¡De ninguna manera! ¡Yo la vi primero! – dijo Machomenos - ¡Yo le voy a preguntar! Además, con papito todas las jermu se “desnudan”, ¡vos mirá y aprendé de papá!
Acto seguido Machomenos se levantó con destino a la mesa de la llorona mientras los muchachos murmuraban “¡Qué camión! ¡Qué minurria! ¡Qué bien se mantiene! ¡Ay mamita quién fuera baldosa para ver tu ##### hermosa!”
Mientras tanto, Machomenos había llegado a la mesa de la acongojada mujer: “Tomá”- y le ofreció y Kleenex.
-¡Gracias bombón!
-De nalga, ¡ay perdóname, lo que pasa es que soy carnicero y soy un guorc ajólic! (pu.. me traicionó el suconciente), de nada.
-No te disculpes bombón, yo soy “very” desprejuicidada, conmigo ¡prejuicios off! ¿Y cómo están tus nalgas bombón?
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-Me preocupa el motivo de tu llanto nena, después si querés hablamos de “lo otro”.
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-¡Buá! ¡Buá! ¡Buá! ¡No puedo creer que se me cayó!
-¿Qué se te cayó nena?
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-¡Perdí el apetito! ¡No podía seguir comiendo!
-Nena, estás con un amigo, para eso están los amigos, “desnúdate” conmigo, soy “todooído” nena.
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-¡Tuve un accidente!
-¡Tranquila, estás con OB!
-¡Qué ocurrente que sos bombón! Me gusta tu onda, me gusta…
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-Pero nena, decile a papá qué se te cayó…
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-¡Estaba haciendo un móvil, y se me cayó la toallita higiénica!
-¿Un móvil?
-¡Sí! ¡Para le Tele!
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-¿Pero la tenías puesta?
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-Lo que pasa, mi amor, es que no uso ropa interior…
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-¡Una vez en el aeropuerto me pasó lo mismo!
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-¡Es un papelón! Pero quiero que vean lo que me pasa. Esto es un reality.
-Pero ¡yo a vos te saco nena! Digo que te saco, la ropa te la voy a sac/
-Bombón, ¿no sabés quién soy yo?
(P. la tengo en la punta de la lengua..)
-Bombón, ¿no sabés quién soy yo?
-¡María!
-¡Si bombón! Ricura, ¡adivinaste!
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
María Casán perdió su toalla higiénica en vivo, perdió el apetito, no pudo ingerir bocado con Marta Logran. Sufrió un curioso accidente con su toalla higiénica. "No puedo creer que se me cayó", contó la diva. Y explicó que no usa ropa interior.
Por segunda vez, hizo su entrada un tipo al bar, y María se arrojó en sus brazos:
-¡Flavio! ¡No puedo creer lo que pasó!
-Tengo un remise en la puerta, te busqué por toda la ciudad, ¡al fin te encontré!
-¿Flavio? ¿Podemos llevar a un amigo que me trató re-cul en todo momento?
Flavio, el peluquero de María, giró 45 grados la cabeza y dijo:
-¡Zi! ¡Zi! ¡Zi!¡Zó quiedo!
-¡No podés pedir la bebida del Imperio! ¡Nosotros no somos amigos de los imperialistas!
El infeliz bebedor se persignó cuatro veces, se arrodilló tres veces más y prometió a Machomenos: “No volverá a ocurrir”.
-Te comprendo hermano que el alcohol es el remedio para los que no tienen el arrastre que yo tengo, te vamos a conseguir una mujer con los “chochamus”, y ya verás que abandonarás de inmediato al Imperio. ¡Canjeé mujer por imperio! ¡Clap Clap!
-Sos un fenómeno – dijo el bebedor infeliz y acto seguido se paró, y comenzó a cantar y bailar:
¡Canjeé mujer por imperio! ¡Clap Clap!
¡Canjeé mujer por imperio! ¡Clap Clap!
¡Canjeé mujer por imperio! ¡Clap Clap!
¡Canjeé mujer por imperio! ¡Clap Clap!
Salvando al mundo estaban Machomenos y los muchachos, cuando súbitamente hizo su entrada una mujer que lloraba desconsoladamente.
“¿Qué le pasará?” – dijo uno de los muchachos.
“¿Por qué está tan angustiada? “ – dijo el bebedor infeliz – “Le voy a pregunt/”
-¡De ninguna manera! ¡Yo la vi primero! – dijo Machomenos - ¡Yo le voy a preguntar! Además, con papito todas las jermu se “desnudan”, ¡vos mirá y aprendé de papá!
Acto seguido Machomenos se levantó con destino a la mesa de la llorona mientras los muchachos murmuraban “¡Qué camión! ¡Qué minurria! ¡Qué bien se mantiene! ¡Ay mamita quién fuera baldosa para ver tu ##### hermosa!”
Mientras tanto, Machomenos había llegado a la mesa de la acongojada mujer: “Tomá”- y le ofreció y Kleenex.
-¡Gracias bombón!
-De nalga, ¡ay perdóname, lo que pasa es que soy carnicero y soy un guorc ajólic! (pu.. me traicionó el suconciente), de nada.
-No te disculpes bombón, yo soy “very” desprejuicidada, conmigo ¡prejuicios off! ¿Y cómo están tus nalgas bombón?
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-Me preocupa el motivo de tu llanto nena, después si querés hablamos de “lo otro”.
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-¡Buá! ¡Buá! ¡Buá! ¡No puedo creer que se me cayó!
-¿Qué se te cayó nena?
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-¡Perdí el apetito! ¡No podía seguir comiendo!
-Nena, estás con un amigo, para eso están los amigos, “desnúdate” conmigo, soy “todooído” nena.
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-¡Tuve un accidente!
-¡Tranquila, estás con OB!
-¡Qué ocurrente que sos bombón! Me gusta tu onda, me gusta…
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-Pero nena, decile a papá qué se te cayó…
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-¡Estaba haciendo un móvil, y se me cayó la toallita higiénica!
-¿Un móvil?
-¡Sí! ¡Para le Tele!
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-¿Pero la tenías puesta?
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-Lo que pasa, mi amor, es que no uso ropa interior…
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-¡Una vez en el aeropuerto me pasó lo mismo!
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
-¡Es un papelón! Pero quiero que vean lo que me pasa. Esto es un reality.
-Pero ¡yo a vos te saco nena! Digo que te saco, la ropa te la voy a sac/
-Bombón, ¿no sabés quién soy yo?
(P. la tengo en la punta de la lengua..)
-Bombón, ¿no sabés quién soy yo?
-¡María!
-¡Si bombón! Ricura, ¡adivinaste!
(¡Iúpi! ¡Papá sabe cómo tratar a las minitas! ¡Qué noche me espera!)
María Casán perdió su toalla higiénica en vivo, perdió el apetito, no pudo ingerir bocado con Marta Logran. Sufrió un curioso accidente con su toalla higiénica. "No puedo creer que se me cayó", contó la diva. Y explicó que no usa ropa interior.
Por segunda vez, hizo su entrada un tipo al bar, y María se arrojó en sus brazos:
-¡Flavio! ¡No puedo creer lo que pasó!
-Tengo un remise en la puerta, te busqué por toda la ciudad, ¡al fin te encontré!
-¿Flavio? ¿Podemos llevar a un amigo que me trató re-cul en todo momento?
Flavio, el peluquero de María, giró 45 grados la cabeza y dijo:
-¡Zi! ¡Zi! ¡Zi!¡Zó quiedo!
Anna Donner Rybak © 2012