Enamorado.


Por Jorginho Bucaya & Silvina Salada.

Queridos amorosos y amorosas, amorosamente hemos quedado en deuda Jorginho y yo con vosotros, amorosos porque amorosamente la amorosa columna pasada fueron amorosamente estigmatizados,por lo tanto en esta columna las amorosas serán amorosamente estigmatizadas. 

Hemos recibido millones de amorosas misivas provenientes del colectivo "Solos y Solos", y he aquí una amorosa duda existencial que presentan diversos ejemplares homínidos, digo diversos homínidos ejemplares. 

Amorosamente acongojado, Beto "El Charrúa" amorosamente desesperado nos pregunta qué hacen las malnac/ digo las amorosas para que ustedes amorosamente mueran de amor.

Hemos decidido Jorginho y yo, hacer la nota de hoy ante todo para que Beto "El Charrúa" pueda dormir amorosamente y amorosamente abandonar el estado de vigilia. 

Querido Beto "El Charrúa", es re.obvio y predecible, porqué amorosamente te morís con las malnac/ digo amorosas, amorosamente te morís cuando una amorosa mujer no te da bola. 

Querido Beto "El Charrúa", dado que tu básico encéfalo opera amorosamente en modo binario, estás programado de este amoroso modo: Si una amorosa mujer se muere con vos; no la registrás, ¡petulante! ¡soberbio! ¡engreído! te decís: "Este asuntito yastá (la frescura interior)", es que vos querido Beto "El Charrúa" sos un animalito de ¡trabajo!, y ahí ya está todo listo. 

Por lo contrario, cuando avizorás que una mujer ¡no te ha registrado! ; tu atención, querido Beto "El Charrúa", inmediatamente se dirige a ese objetivo que ¡no ha sucumbido a tus encantos, habrase visto! 

¡He aquí un gran desafío para vos! 

Vas a hacer un trabajo muy delicado, sutil, misterioso, vas a jugar amorosamente al detective, vas a jugar amorosamente al actor, además al final está ¡La cima del Everest! Tomás amorosamente este reto como una escalada mortal de la cual, habiendo estado a punto de pasar al otro mundo, vos podés  sortearla. 

Pero, querido Beto "El Charrúa", ¡he aquí un grave peligro! 

Amorosamente hiciste toda la estrategia, comenzaste amorosamente la ascención, pero amorosamente caíste, y amorosamente volviste, y amorosamente caíste, o sea, el amoroso objeto de tu amor, (porque a estas alturas ya estás metido hasta las manos), ¡no sucumbió ante tus encantos! 

Acá la cosa ¡se pone delicada! 

Empezás a tener diversas fobias, comienza con una especie de esquizofrenia, y ¡ojo querido Beto "El Charrúa"! 

¡Ojo con hervirle el conejo a tu amada! 

¡Ojo que amorosamente podés terminar en el otro mundo y no precisamente porque pereciste en la escalada al Everest, sino porque podés ser acuchillado en defensa propia! 

Mucho cuidado, querido Beto "El Charrúa". 

Por eso, la amorosa recomendación que Jorginho y yo te hacemos es que amorosamente puedas ser capaz de emprender la retirada a tiempo antes de obsesionarte; amoroso. 

Mirá querido Beto "El Charrúa" que no hay marcha atrás ... (No, no esa, Beto, NO ESA).

Anna Donner Rybak © 2012

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