Jesús no es Dios.


Indudablemente, estos son los días más negros en la vida de Ricardo Fort. El sex-symbol, estaría internado en la Clínica del Dr. Locatelli. Así es que nos dirigimos hacia la mentada casa de salud mental, a fin de obtener información para calmar a las miles de almas que en este momento se halla en Luján, habiendo partido esta mañana en “Peregrinación por Ricky”. Millares de almas marchaban, tal era la congoja en la multitud, que era una especie de Marcha del Silencio, portando pancartas con la leyenda: “Ricky, te amamos, Dios está contigo”.

Muchos son los rumores que habrían hecho que la salud de Ricky, se viese deteriorada, el principal, un dilema existencial, acerca de sus gustos… acerca de sus gustos… de helado.

Citamos un fragmento de la entrevista que nuestro prestigioso canal le hizo a Ricky este verano:

C: “Ricardo, un postre”.

R: “¡El Helado! ¡Desde chiquito mamá me llevaba a todas heladerías, cómo me gustaba el cucurucho!

C: “¿Cuál es tu sabor preferido?”

R: “Me extraña que no lo sepan, ¡El Chocolate!

Lo cierto es que días después de tan preciada entrevista, Ricky fue apodado como “El Chocolatero”.

Y ciertas lúgubres logias, se abusaron de su buen nombre, para destrozar aún más la reputación de Ricardo Fort. Un Siniestro Descubrimiento vino a confirmar tal fenómeno: ¡Su Nombre!
En este mundo las casualidades no existen, y que Ricky se llame Ricky, no sería la excepción. Un horror, puesto que un año atrás otro Ricky, había salido del closet. ¿Esto significaba que Ricky también debería salir de un closet?

Fuimos a conversar hace unos días con su ex pareja, y nos recibió con lágrimas en los ojos. Tal era su congoja que no podía emitir vocablo alguno. Nos tuvimos que retirar sin poder hacerle el reportaje, porque la susodicha en cuestión no podía hablar sin lanzar alaridos de horror.
¿Qué estaba sucediendo?

De tierras del norte llegó KKK, para unirse a la Marcha de Repudio a los gustos… de Ricardo Fort.

Pero, una Manifestación por la libertad y la tolerancia irrumpió sobre ellos, quemándolos con antorchas:

¡Nuestra presidenta aprobó el matrimonio de Ellos! ¡Viva Cristina! – decían sus pancartas.

Entonces, la verdad se iba desvelando cual tul de novia encarnada. Si Ricky no tenía más pareja, ¿quién ocuparía entonces su corazón?

La Diversidad es la diversidad. Y nuestro país, reiteramos es el Primer País de América Latina en aprobar el matrimonio de Esos (¡Perdón, queridos lectores, sepan disculparnos, fuimos educados en tiempos de absoluta represión!).

Fue entonces, que decidimos recurrir a nuestra última fuente, para llegar de una buena vez, al meollo del asunto. Y así evitar la congoja de las miles de almas que estaban en la Peregrinación de Luján.

Así, fuimos a consultar a la prestigiosa Especialista en Telepatía, y Fenómenos Asociados, la Dra. Bi-Dente.

Luego de cobrarnos unos mil millones de euros la consulta (que llamamos a la Casa Rosada para ver cómo conseguir las divisas, y la generosa Presidenta, nos confirmó que en pro de la Diversidad, sería aprobado esta misma noche el “Impuesto a lo Diverso”, y con la recaudación obtenida se podría abonar a la mentada especialista.

La Dra. Nos pidió un calzoncillo de Ricky, por lo que tuvimos que realizar proezas extraordinarias para conseguirlo, pues su ex no quería dejarnos entrar en el domicilio. Al final, propina mediante, su cocinera y confidente, nos trajo una pieza bordada en oro, una tanguita muy sugerente, en fin.
Con tal reliquia, el calzoncillo sagrado de Ricardo Fort, volvimos a la casa de la Dra. Y entonces, nos hizo sentar.

Prendió cuatro velas rojas, puso la íntima prenda en el medio, y cerró los ojos.

Pasó una hora.

Pasaron dos horas.

La Dra. Parecía estar presa de pánico.

-¿Doctora, qué sucede?- preguntamos incrédulos.

-Acaba de acudir a mí, la Milésima Revelación. Es un pergamino amarillento, escrito en ¡quechua! Oh, veo una familia en Villa Miseria…

-¿Y?

-¡O se calman o no les digo nada!- repuso indignada la Dra. Bi-Dente.

-Perdón, perdón.

-Veo una familia en Villa Miseria, todos chocolatitos, una piel oscura, veo a una Señora que llega, en un lujoso vehículo, y entonces, la matrona de Villa Miseria, llamó a uno de sus vástagos: ¡Cachito! ¡Vino la Señora tan buena que mamá te dijo! ¡Ella te va llevar a comer un helado!. – La Dra Bi-Dente, confirmó el diagnóstico:

-¡Lo que me sospechaba!

-¿Qué sopechaba, Dra.?

-Ricky no es Ricky.

-¿Cómo que Ricky no es Ricky?

- Ricky no es Ricky.

-¿Cómo que Ricky no es Ricky?

-¡Ricky no es Ricky! ¡Es Cacho! ¡Es El Cacho!

-¿El cacho de qué?

-Señores, lo que voy a revelarles dará un giro copernicano a la prensa hoy. Ustedes saldrán de acá con ¡La Primicia!. Señores, Ricardo Fort, no es hijo de millonarios, sino un pobre paria nacido en una Villa Miseria. Su nombre de Pila es “El Cacho”: Como su madre no podía mantenerlo, lo cedió en adopción a una acaudalada familia. ¡Ricardo Fort es adoptado!

-¿Ricardo Fort es adoptado?

-¡Y su nombre de pila es “El Cacho”!

Lo cierto es que salimos atónitos ante la magnitud de tamaña revelación.

Llegamos al Canal y emitimos un comunicado urgente, el cual fue leído generosamente por nuestra Primera Dama:

“Ciudadanos, ciudadanas. Me dirijo hoy a Ustedes, pueblo mío para darles una Noticia Inesperada, que seguramente cambiará el Destino de nuestra Nación. Ricardo Fort, no lleva sangre Fort, sino que lleva sangre “El Cacho”. Si, querido pueblo, Ricardo Fort es Adoptado. Pero en mi investidura de Primera Dama les doy consuelo. Al fin y al cabo, no es esto tan terrible. ¿Acaso no lo ven? El Cacho Fort, ¡es un Hombre! “

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